Cuarzos

Los cristales de cuarzo y las piedras son herramientas que la naturaleza pone a nuestra disposición para mejorar nuestro bienestar físico, emocional, mental y espiritual. Trabajan a nivel vibratorio, interactuando con nuestro campo electromagnético para restaurar el equilibrio y balance en nuestro ser transmitiéndonos su energía y coadyuvando al ajuste de vibraciones sutiles. Los cuarzos nos ayudan a lidiar con situaciones de nuestra vida cotidiana, infundiendo su energía (no solo más estable, sino de una mayor frecuencia vibratoria) para equilibrar y sanar distintas situaciones en nuestra vida. Los cristales de cuarzo tienen una estructura interna ordenada y precisa por lo que tienen la capacidad de ser constantes, coherentes y confiables en sus vibraciones de energía. Por ello, al ser una forma equilibrada y constante de energía, tienen la capacidad de “equilibrar” nuestro campo electromagnético o aura y nos ayudan a pasar del desequilibrio al equilibrio. “Los cristales son como pequeños soles, no solo en términos de almacenamiento y recarga de energía, sino que ayudan a anclar la luz en la Tierra, en esta dimensión. Son capaces de ordenar; de generar orden transmutando el caos”. Arcángel Metatrón, canalizado por Claudia Lechuga. ¿Cómo se sienten las propiedades energéticas de los cuarzos? Cuando tomas un cristal de cuarzo en tu mano, cuando entra en contacto con tu campo energético o aura y empiezas a sentir más energía que la puedes percibir en forma de calor, cosquilleo o vibraciones en ciertas partes de tu cuerpo, cierta incomodidad o presión en algunas partes de tu cuerpo. Antes de comenzar a usar tus cuarzos, es importante limpiarlos, tanto a nivel físico del polvo o suciedad, como a nivel energético. Hay numerosas y variadas técnicas para limpiar los cuarzos, pero para empezar, la más práctica y sencilla que te recomiendo que experimentes es la sal de mar. Coloca sal de mar en un recipiente de cristal (pyrex o similar), luego entierra los cuarzos o déjalos encima de la sal. Lo más importante es que escuches tu intuición, pues te guiará para saber cómo hacerlo. Déjalos reposar de 2 a 3 horas y ¡listo! Te recomiendo que no limpies con agua y sal de mar, pues hay algunos cuarzos o piedras que no resisten la salinidad de esta agua y pueden perder su color (como la amatista) o inclusive deshacerse (como la selenita u otros). Por eso, para empezar, el método de limpieza exclusivamente con sal de mar es fácil, práctico y seguro. Una vez que dejaste reposar los cuarzos sobre la sal de mar, puedes pasarlos unos segundos por el chorro del agua y secarlos después. Te recomiendo tomarte unos minutos para observar tus cuarzos y empezar a conectar con ellos y la energía cristalina. Si meditas, puedes sostenerlos en tus manos mientras y te ayudarán a sostener y profundizar tu práctica meditativa. Ahora sí, vamos a adentrarnos un poco más en el mundo de los cuarzos y la energía cristalina.